Perú y su cerámica en la historia
La aparición de la cerámica en Sudamerica
La cerámica en los Andes centrales apareció en distintas zonas geográficas y de manera más o menos simultanea. Sin embargo la mayoría de investigadores concuerdan en señalar que su origen estuvo en las zonas costeras de los actuales territorios de Ecuador y Puerto Hormiga, Colombia (3,090 - 80 a.C.). La cultura Valdivia (Ecuador) es la que presenta la cerámica más antigua de Sudamérica: 3,150 - 2,300 a.C.. Al parecer la cerámica llegó desde allí y se difundió de manera desarrollada por todo el territorio peruano.
La inigualada y hermosa cerámica en el Perú
La cerámica es una de las actividades más difundidas en el Perú. Antiguas técnicas prehispánicas empleadas por las culturas Vicús, Recuay y Pashash, como la "colombina" y la "pintura negativa", obtenida por la reducción del oxígeno en la cocción, siguen siendo desarrolladas actualmente en Chulucanas (Piura) y también en la selva norteña por nativos de las comunidades Arabelas.
La cerámica tiene un circuito de comercialización muy extendido en los mercados de Cusco, Juliaca (Puno), Arequipa y una red de centros artesanales y ferias que se realizan en Lima.
CERÁMICA AYACUCHANA
En Quinua, localidad situada a 40 km de Ayacucho, la cerámica es la actividad principal del pueblo. Las especies de barro de colores rojo y crema le dan una característica especial a estas piezas que, a pesar de sus formas simples y casi infantiles, poseen una gran fuerza expresiva. Son muy conocidas las pequeñas iglesias, capillas, casitas y el toro de la Quinua. Igualmente se han hecho populares personajes como los campesinos, las chismosas y múltiples representaciones de temas religiosos.
CERÁMICA PUNEÑA
Dentro de lo más resaltante de la cerámica puneña se encuentra el torito de Pucará, una de las figuras más difundidas de la cerámica peruana. Originalmente constituía un elemento ritual que se utilizaba en la marcación del ganado. El torito, que a la vez es un cántaro, servía de recipiente para la chicha que, mezclada con la sangre del ganado, era bebida por los oficiantes de la ceremonia. En Puno también se elaboran iglesias, capillas pueblerinas y casas, cuyos diseños de apariencia ingenua están bañados con engobe blanco. El decorado se efectúa con un pastillaje de flores y pinceladas de vidriado. Otras representaciones frecuentes son los músicos, danzantes y varios elementos de la flora y de la fauna del lago Titicaca.
CERÁMICA CUSQUEÑA
La tradición Inca ha marcado la producción de la cerámica en el Cusco. En una revitalización del arte cusqueño, conocida como el "renacimiento del estilo incaico", ha resurgido una abundante confección de piezas utilitarias y decorativas como el Tica Curuna (florero estilizado), los ppucus (platos) y los diferentes tipos de coloridos recipientes, como los keros, arybalos, qochas, ayanas y raquis. Otra vertiente presenta la proliferación de la llamada "cerámica grotesca", creada originalmente por Edilberto Mérida y, al parecer, inspirada en los personajes de la cerámica de Quinua. Esta cerámica tiene como característica la elaboración de personajes sin pulir, campesinos y cristos, con rasgos deformes y atormentados cuyas manos enormes resaltan desproporcionadamente.
CERÁMICA SHIPIBA
En la selva, además de los Arabela, las mujeres Shipibas de la región del río Ucayali trabajan la cerámica con una arcilla de gran plasticidad llamada neapo. Los motivos decorativos más frecuentes influyen las conocidas líneas geométricas o "diseños" a través de los cuales las artesanas representan su visión del mundo. Entre los objetos más elaborados figuran series de vasijas antropomorfas, en las cuales hombres y mujeres adquieren diferentes posiciones mostrando los sexos claramente definidos; también producen con la misma frecuencia grandes tinajas con formas de animales, como la tortuga y algunas aves de la región.
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